Los efectos de la pandemia quedan atrás y las aulas para los mayores activos se abren de nuevo. Y es que las clases vuelven a ser presenciales en los centros de enseñanza. No hay duda de que se trata de una buena noticia. La actividad educativa recupera su normalidad. No hay limitación de aforos; solo las medidas que dicta la prudencia. Es decir, el uso de las mascarillas y la ventilación frecuente. En España, el volumen de las personas que se han vacunado contra el SAR-CoV2 es muy elevado. Y las altas tasas de vacunación son efectivas.
Aulas para los mayores activos que quieren aprender
Muchos mayores saben que el aprendizaje a lo largo de la vida sostiene el envejecimiento activo. Y acogen con ilusión la oferta, que es muy amplia. Va desde las materias que se centran en lo manual, como la pintura, hasta otras con una base más intelectual, como la informática o aprender un idioma, entre otras. En este sentido, las aulas universitarias son una de las áreas con más demanda por parte de los mayores. Y no es extrañar. Por razones históricas, una gran parte de la población de mayor edad no pudo formarse en la infancia. Pero hacen suyo el lema de que nunca es tarde y hoy lo hacen con agrado.
Las personas mayores son muy afanosas en cuanto al estudio. Quieren ampliar su nivel de conocimientos y se muestran dispuestas a esforzarse si la tarea les motiva. Y los ejemplos no faltan. Como el de Giuseppe, un graduado longevo. O el de Lucio, un experto en acabar la tesis doctoral a los 104 años. Una noticia de prensa habla de ello. Los protagonistas son Alberto, de 94 años, y Antonia, de 80. Él no sabía leer a los 9 años. Y no paró hasta conseguirlo. El caso de ella es distinto, pues estudió Magisterio. Fue la primera concejala del ayuntamiento de Plasencia en la democracia. Y hoy es la alumna más veterana de los cursos de mayores. Ahí siguen ambos, con un afán por aprender más que no cesa.
