Liberar las patentes de las vacunas contra la Covid.19 es una petición que no para de crecer. Hace ya más de un año que se vive bajo la amenaza del SARS-CoV-2. Y no hay duda de que la vacuna es la mejor arma para luchar contra él. No obstante, la mejora de la situación no será posible sin que el proceso de vacunación se democratice; es decir, hay que inmunizar al 70% de la población mundial.
Hoy por hoy, no parece ser un objetivo al alcance de la mano. La pandemia ensancha la brecha de la desigualdad y los países con menos recursos se hunden en la pobreza por su causa. Pese a ser la quinta economía del planeta, India sufre cada vez más daños. Las variantes del virus se producen sin cesar. Y eso aumenta el riesgo de que las vacunas dejen de ser efectivas.
Un paso controvertido: liberar las patentes
La urgencia del problema engrosa la lista de los partidarios de la liberación de las patentes. Y por fin algo se mueve. Estados Unidos y Francia anuncian su apoyo a la medida. No es fácil de lograr. De hecho, la mayor potencia de Europa se niega a dar su visto bueno. Por el contrario, el director general de la OMS la califica de crucial en la lucha contra la Covid-19. Los intereses en juego son muchos, y no solo de orden económico.
La Comisión Europea se abre al debate de la cuestión, pero ve más urgente que las vacunas se exporten. Y es que, aunque Europa sí lo ha hecho, Estados Unidos no lo permite. Habrá que ver el avance de la negociación. Por el momento, Joe Biden, el presidente de tan poderosa nación es una caja de sorpresas en cuanto a sus disposiciones. Tanto que se merece una entrada solo para él. Y no por sus 78 años, sino por su línea de actuación más reciente. La tendrá pronto.
