El galán que no dejó de trabajar en el teatro falleció el 4 de julio. Solo la enfermedad, y finalmente la muerte, lo apartaron de las tablas. Arturo Fernández celebró en el teatro su 90 cumpleaños, como otros grandes de la escena. Fue en el mes de febrero. Representaba en Madrid la obra Alta seducción, un título hecho a la medida de su persona. Iba a recorrer toda España en una gira; sin embargo, la falta de salud se lo impidió. En abril, un mal repentino le obligó a pasar por el quirófano; en mayo, sufrió una caída. Y ya no se recuperó.
Adoraba su tierra, de la que siempre destacó sus bondades y belleza. Era hijo predilecto de Gijón, su ciudad natal, e hijo adoptivo de Oviedo. Los galardones que cosechó a lo largo de su carrera son muy numerosos. Recibió, entre otros, el Premio del Sindicato del Espectáculo por partida doble, en 1961 y en 1968; el Círculo de Escritores Cinematográficos le otorgó la Medalla al Mejor Actor en 1983 y la Medalla de Honor en 2015; asimismo, el Ministerio de Cultura le concedió en 2004 la Medalla al Mérito en Bellas Artes.
El galán que no dejó de trabajar… era muy presumido
La casa de los líos es su trabajo más popular. Se emitió en Antena 3 TV durante cuatro años, superando una media de 6 millones de espectadores. Por él obtuvo dos Premios TP de Oro y un Premio Iris de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión. Aunque el papel que mejor representa era sin duda el de un galán seductor. Un don Juan Tenorio que se resistía a que la edad hiciera mella en él.
Siempre hizo gala de sus afinidades políticas con tesón. Votaba al Partido Popular y mostraba su hondo desagrado por Podemos. Se negó a actuar en Cádiz, ya que dicho partido gobierna el ayuntamiento de la ciudad. No obstante, el ámbito político mostró sus condolencias por el fallecimiento del actor. Hoy, 6 de julio, le han enterrado en Gijón, tal como se puede ver en este enlace. Descanse en paz; tras casi 70 años volcado en la interpretación, se lo merece con creces.