No es fácil afrontar la muerte, porque es un tabú muy extendido. Pero no es el caso de los mayores activos. Y es que no ignoran que el fin llega; por el contrario, son muy conscientes. Es la razón por la que multiplican los intentos de sacarle algo a la vida, como muestra Hendrik Groen en su diario. Y esta web, a la que le interesan la vejez y las personas que la viven, aplaude la actitud.
Se trata de no apartarse a un lado, de aprovechar cada momento. Rita Levi-Montalcini lo señaló bien. No debemos vivir recordando el tiempo pasado, sino haciendo planes para el tiempo que nos queda; tanto si es un día, un mes o unos cuantos años, decía con optimismo. Lo que no está reñido con el recuerdo de las despedidas sin abrazos de la pandemia, de fechas como el Día de los Muertos o la reseña del libro Ordenar antes de morir.
Una buena guía para afrontar la muerte
La noticia de hoy es sobre un libro que analiza cómo se han dejado atrás los rituales en torno al acto de morir. La conciencia de finitud ha acompañado siempre a los humanos. A lo largo de la historia, está presente en todas las culturas; es una condición más en el devenir del ciclo de vida. Sin embargo, ya no es así. Los avances de la medicina, junto al aumento de la esperanza de vida han transformado su visión.
En el siglo XXI, la muerte se percibe como un asunto incómodo, alejado de lo cotidiano. No se la considera cierta e insalvable, sino un percance que afecta casi en exclusiva a los más ancianos. Y la autora del libro, Monserrat Esquerda, nos invita a cambiar de enfoque. Con una mirada que ayude a comprender la muerte de un modo más sereno y realista. Como el hecho natural e inevitable que es.
En este enlace se puede ver la reseña del libro en la revista Bioética y Ciencias de la Salud.