Nació en 1923 y es, sin duda, una poeta llena de energía. En 2018 fue Premio Cervantes y causó admiración por su simpatía y buen humor. El lunes 4 de abril, volvió a Alcalá de Henares a inaugurar el Festival de la Palabra. Y es que la ciudad multiplica los actos culturales. Es el mes en que se otorga el mayor galardón literario en español.
Este año, el premio lo recibe Cristina Peri Rossi que, como Vitale, es poeta y uruguaya. La entrega será el 22 de abril. Es de suponer que sea una gran fiesta; tras dos años de pandemia, al fin se conmemora con la presencia de todos. No se celebró con Joan Margarit y Francisco Brines, los anteriores premiados. Y, por desgracia, no están ya entre nosotros.
El placer de escuchar a una poeta llena de energía
El trabajo no le cansa. Tiempo sin claves, su última obra, se publicó hace tres meses. Escucharla es un gozo. Sus palabras son la muestra de que la sabiduría solo se alcanza con los años. De joven se puede ser inteligente, y mucho, pero nunca ser sabio. La sabiduría no es sino la suma de la inteligencia con la experiencia. Pero no llega siempre con la edad avanzada.
Ni mucho menos es así. Se alcanza al aprovechar el aprendizaje que proporciona la vida. Y es una cualidad muy difícil de lograr. Pero Ida Vitale la tiene. Ha sacado fruto de cuanto la ha rodeado. Las experiencias de su vida son muchas y no todas gratas. Sí lo fue la relación con sus maestros; pero no el exilio ni la muerte de su marido, pese a ser más joven que ella. Sin embargo, las ha encajado con éxito. Una de sus claves es huir del pesimismo: hacer lo posible por pensar que el tiempo que nos ha tocado vivir no es el peor; que ha habido tiempos peores que este.
Aquí se puede ver y escuchar a la poeta.
