Más sabe el diablo por viejo que por diablo no es el título de la película que voy a comentar, aunque bien podría serlo. Se llama El cuento de las comadrejas y los protagonistas son cuatro viejos peculiares. Y no niego que el término viejo tiene un tinte negativo. Si la palabra que más se usa para designar a las personas de edad es la de mayor es por esa razón. Sin embargo, no es la adecuada en este caso; les cuadra mejor la de viejos, que es más entrañable. La cartelera del film advierte de que son cínicos, tramposos, perversos y adorables. No son pocos atributos. Y es que los años… dan muchas tablas.
Son tres hombres y una mujer. Llevan 40 años juntos. Viven a las afueras de Buenos Aires, en un caserón ajado. Ella es una estrella de cine que conoció la gloria. Su marido también fue actor, pero secundario. Y les acompañan el guionista y el director de las películas que la actriz protagonizó de joven. Las relaciones no son cordiales. Sobre todo las de la diva con respecto a sus colegas de profesión. El marido, que ama a su esposa, se lleva bien con ellos. Una pareja de jóvenes irrumpe de pronto en su vida. La rutina se trastoca. Y la tensión del grupo se dispara.
La experiencia es un grado: más sabe el diablo por viejo…
Por más que se demuestre que los mayores son activos, las películas sobre la vejez no son un género que se prodigue. Y no es que no las haya, como vemos en esta lista. Pero son muy pocas. Además, tratar la vejez con tanto soltura no es lo habitual. Por eso la cito. Es una visión de la vejez llena de humor negro; una perspectiva poco usual de esta etapa de la vida. Como siempre, las críticas son dispares. Lo mejor es juzgar por sí mismo. Yo recomiendo ir a verla. Aquí se puede ver un avance.
