Actualidad sobre personas mayores

La vejez en la Antigua Grecia: doble imagen (II)

La vejez en la Antigua Grecia

El interés por la vejez en la Antigua Grecia nos lleva a Jenofonte. El historiador da cuenta de la rivalidad entre los estados de Esparta y Atenas. Y, en Recuerdos de Sócrates, plantea imitar al primero como modo de mejorar al segundo. Asegura que los espartanos respetan a los mayores, obedecen la ley y conviven en armonía; por el contrario, los atenienses se ríen de la vejez, se jactan de burlar la ley y discuten y se envidian entre ellos. Una vez más, se ve que la discordia entre pueblos viene de muy lejos.  

El teatro es otra fuente de información rica y variada. Sus textos son el eje de la educación en valores y, a la vez, el reflejo de la sociedad de los siglos V y IV a. de C. En este aspecto, la imagen de la senectud es doble. Hay obras en las que se destaca el valor de la sabiduría, mientras que en otras se denigra la mucha edad. Y es que la visión de la vejez no es la misma en la tragedia que en la comedia. En la primera, se ve a los ancianos como los depositarios de la memoria y la experiencia. El retrato de la segunda no es tan amable, ya que se burla del menoscabo de los años en el cuerpo y en la mente. Es decir, no es una visión optimista de la vejez

La entrada en la vejez en la Antigua Grecia

 

No es fácil fijar el comienzo de la ancianidad en la sociedad griega. Aristóteles divide la vida en tres edades o fases; Hipócrates, lo hace en siete; y, Solón, en nada menos que diez. Con respecto al umbral de la vejez, al parecer, no hay acuerdo ni entre los más sabios. Si está claro que, al igual que en Egipto, el porcentaje de personas que logran ser ancianos es escaso. Como resultado de las altas tasas de mortalidad en la infancia, el 45 % de la población no alcanza los 25 años. Se estima que la esperanza de vida media era de 44 años para los hombres y 36 para las mujeres. La aventura de la historia.