Un estudio pone de relieve la importancia de la risa en todas las ocasiones. Y lo es hasta tal punto de que hay un día al año señalado para ella. Es el tercer domingo de mayo. El promotor fue el Dr. Madan Kataria, médico y fundador del movimiento de Yoga de la Risa en 1998. Su pretensión era promoverla como un acto que contribuye a extender la paz entre los pueblos.
Mucho antes de aprender a andar y hablar, los bebés saben reír. No hay madre o padre a los que no haya cautivado la sonrisa de su hijo entre el tercero y cuarto mes de vida. Y se ríen, y mucho, cuando algo les hace gracia. Es una conducta instintiva, aunque poco investigada. Y es que la Psicología ha dado más peso a las emociones negativas que a las positivas. Pero eso ha cambiado. El Consejo Europeo de Investigación (ERC, en inglés) ha financiado un estudio con el fin de saber más de la risa.
En qué se apoya la importancia de la risa
Desde hace tiempo es sabido que, gracias al oxígeno que aporta a la sangre, la risa estimula el corazón, los pulmones y los músculos; además, calma la tensión y alivia el estrés. Y los beneficios no se quedan ahí. También activa el sistema inmunitario, reduce el dolor y fomenta la satisfacción personal. Porque produce endorfinas que mejoran el estado de ánimo. Se trata, en fin, de una gran medicina. No se le puede pedir más a una buena ración de carcajadas.
Por otra parte, y no menos importante, es todo un pegamento para la interacción social. Poco une más que un buen rato de risas en compañía. Pero no se le suele dar el valor que merece. Es bueno reírse; también de nosotros mismos. No solo nos relaja, también nos acerca a los demás. Y eso es bueno, porque la soledad hace daño.
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