Envejecer en el medio rural con calidad de vida es posible. Hacen falta recursos, eso sí; si bien no son tantos como en principio parece. Y es que el individuo y la sociedad son muy dependientes entre sí y no dos elementos sin conexión. Más aún en la vejez, ya que una de sus características es que la fragilidad crece. La baja densidad de población pone en riesgo la calidad de vida, porque a la vulnerabilidad del paso de los años se le suma la dificultad de acceso a los servicios más básicos. Y eso va en contra de la independencia de la persona, que es uno de sus pilares.
Cómo envejecer en el medio rural
En España un millón y medio de personas mayores vive en pueblos muy pequeños. Son muchos los mayores que eligen seguir en su hogar. Por fortuna, no caen en el olvido: hay entidades que se ocupan de su apoyo y bienestar. El ejemplo nos lo muestra una experiencia en un lugar con población muy reducida. Desde hace siete años, una asociación presta ayuda a los mayores de un grupo de pueblos. Su nombre es CODINSE. Y el 12 del mes de marzo, el telediario de RTVE se hizo eco de ello. La noticia se ve en la edición de las 21 horas, en el minuto 36. Es perfecto que se divulguen proyectos así.
El servicio tiene un copago por parte del usuario. A cambio, les echan una mano con las gestiones; si es preciso, los trasladan en coche al médico. También hay un comedor comunitario que la pandemia mantiene cerrado, aunque sigue en marcha de forma individual. La oferta incluye talleres de memoria. Y ahí surgió la sorpresa. El material que utilizan en las clases es el del portal https://ejerciciosdememoria.org/. Y, puesto que soy su editora, fue agradable comprobarlo. Por eso, del cuidado de la memoria tratará una próxima entrada.
