Las noticias sobre ancianos que mueren solos se repiten. El suceso conmueve, por trágico; pero también alarma, por su frecuencia. Mientras el país está de vacaciones, las crónicas no cesan. Una de ellas informa sobre la muerte de un matrimonio, en Madrid. La pareja se relacionaba muy poco y, al parecer, sus condiciones de vida no eran buenas. En este enlace se puede ver la reseña. La siguiente proviene de Galicia, donde se han registrado otros cinco casos más en tan solo diez días, tal como se ve aquí. La muerte en soledad ha pasado de ser un hecho insólito a ser más y más común.
Kodokushi: ancianos que mueren solos en Japón
No son los únicos, pero sí quienes más lo sufren en Japón. Y eso que tiene fama de ser el país que más respeta a los ancianos. No debe ser del todo cierto. Kodokushi es el término que hace referencia a la muerte en la soledad más absoluta. Sin familiares, sin amigos, sin siquiera vecinos que noten tu falta. Caen en la cuenta de que no estás al cabo de un tiempo; casi siempre por el mal olor.
Los patrones de convivencia familiar se han modificado. Hoy las familias tienen menos miembros que antes y, a la vez, dispersos. Las distintas generaciones ya no conviven bajo el mismo techo. El cambio social no se detiene; como no lo ha hecho a lo largo de la historia. Es la sociedad la que se debe adaptar al contexto del siglo XXI. Y, en este sentido, es urgente poner el foco en los ancianos que viven solos. Hay iniciativas muy valiosas por parte de las ONG,s; los ejemplos, como este y este otro, no faltan. Pero no es suficiente. Los ancianos que viven solos han de ser una prioridad de las políticas públicas. Que nadie eche en falta tu presencia es un final muy triste. Un drama que se debe combatir. ¿O no lo ves así?
