Bárbara Wheaton es una historiadora de la cocina. Nació en 1931, en Philadelphia, y recopila información sobre recetas desde muy joven. No sabía cocinar y eso la llevó a comprar su primer libro de recetas. Y así nació su afición. Se había matriculado en Historia del Arte en Harvard y pensó que la cocina era un arte más. Un arte que responde al lugar y las circunstancias en que se da. A partir de ahí, centró su interés en ello. Los primeros libros de recetas impresos en el mundo los encontró en la biblioteca de la universidad. Y comienzan a pasar por sus manos obras de todo tipo. Rastrea desde la cocina de la Edad Media hasta la de las amas de casa; así mismo, consulta manuales de agricultura, obras de ciencia y tratados de medicina. Y recopila sus notas en un archivo.
El gesto de una historiadora de la cocina
Todo lo relacionado con la comida es objeto de estudio por parte de Bárbara. La información se incrementa con el paso del tiempo y requiere un sistema para su manejo. Pero no es fácil de encontrar. La solución no llega hasta los 80. Se trata de un ordenador. Un IBM que le hace más fácil la labor de documentación. Era el año 1982; desde entonces, el registro no ha dejado de acumular más y más reseñas.
El fruto de los casi 50 últimos años de trabajo se llama The Sifter (El colador, en español). Es una plataforma con el contenido de más 7000 libros; una gran base de datos sobre alimentos, recetas, ingredientes, técnicas, autores y mucho más. Una historia universal de la cocina y la gastronomía. El método de búsqueda es sencillo, pues va de lo simple a lo complejo en un click. Y es de acceso libre, a voluntad de la autora; un acto de solidaridad que es de destacar. Bárbara Wheaton vive en una residencia, ahora confinada por el SARS-CoV-2. Y es feliz con su proyecto de vida, como se puede ver en la noticia.