Los jóvenes protestan contra el cambio climático hoy, 15 de marzo, en todo el mundo. La noticia no parece estar, en principio, en el mejor medio para su difusión. Este es un portal sobre personas mayores para personas mayores. En tal caso, ¿por qué los jóvenes ocupan el lugar de quienes son sus protagonistas habituales? Pues porque reclaman, de algún modo, ante nosotros, los mayores.
Esta misma semana, se ha celebrado en Nairobi (Kenia) la 41 Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. La reunión ha coincido con la presentación del informe de 2018 sobre el estado medioambiental del planeta, que ha sido elaborado por 250 expertos de 70 países. Las conclusiones no pueden ser más preocupantes. La contaminación del agua y del aire, la resistencia a los antibióticos, la producción de plásticos y el excesivo consumo de carne, entre otros muchos problemas, amenazan nuestra salud y, a la vez, la del planeta. Continuar por la ruta actual nos llevará a un futuro muy sombrío, lo que hace necesario escoger el camino del desarrollo sostenible. Así lo asegura la directora ejecutiva de la Asamblea. Y pide a los políticos que elijan ya.
Los jóvenes protestan contra el cambio climático:
¿qué hacer?
Todo empezó con una adolescente llamada Greta Thunberg, que decidió protestar cada viernes ante el Parlamento de Estocolmo. Ella encendió la mecha y ahora arde con fuerza. Los jóvenes lo tienen claro: está en juego su futuro. ¿Pero preocupa ese futuro a los mayores? Por supuesto que sí. En la rebelión de los mayores por unas pensiones dignas, también se defienden los derechos de los jubilados del futuro. La evolución humana se ha asentado siempre en la solidaridad intergeneracional.
Los efectos del cambio climático son ya evidentes. Hoy, solo se manifiestan los jóvenes. Y los sindicatos, de momento, los apoyan. Habrá que esperar para ver cual es la trayectoria del nuevo movimiento. Y los mayores tienen una larga tradición defendiendo causas justas; entre otras muchas, a favor de la democracia, la paz y la igualdad de las mujeres. ¿Por qué no hacer de un medio ambiente sostenible una reivindicación más?
