El Informe Mundial sobre el Edadismo se publicó en el mes de marzo por parte de la OMS. Pero un medio se hace de nuevo eco de él en estos días. No está mal; es bueno que el recuerdo de las noticias relevantes se refresque de vez en cuando. Y es que la discriminación en razón de la edad está muy presente en la sociedad. Aunque el edadismo no nace con la persona, se aprende pronto. El mecanismo es sencillo. Los estereotipos vigentes se incorporan al modo de sentir y pensar y guían la conducta desde la infancia más temprana. Y, sin caer en la cuenta, los reproducimos en el día a día.
La edad es uno de los rasgos más notorios de la persona. Por lo tanto, también es de los primeros que se observan en los demás. Hasta ahí todo es normal. Sin embargo, el problema se presenta si se usa como una categoría que discrimina. Cuando la edad se convierte en una fuente de desventajas o de perjuicios, surge el edadismo. Sus consecuencias son graves y de gran alcance para la salud, el bienestar y los derechos humanos de las personas.
Informe Mundial sobre el Edadismo: actuaciones
El informe de la OMS se dirige, además de a los responsables de las políticas públicas, a toda la sociedad. Define la naturaleza y los efectos del edadismo, así como las estrategias que ayudan a reducirlo. Y contiene tres recomendaciones de actuación, con el fin de crear un mundo para todas las edades. La primera, invertir en medidas que lo prevengan y lo combatan. La segunda, mejorar los datos que ayuden a comprender mejor el problema y a reducirlo. Y la tercera es crear un movimiento que cambie el discurso de la sociedad sobre la edad y la vejez.
Es una tarea que nos cierne a todos por igual. Y es difícil de lograr a corto plazo. No obstante, seguro que, de un modo u otro, tenemos al alcance de la mano más de un gesto a su favor. No dejes de hacerlo. En este enlace se puede ver el resumen del informe; aquí, la noticia de prensa que lo comenta.