El edadismo es una práctica que discrimina por razones de edad. Por fortuna, siguiendo las recomendaciones de la OMS, cada vez son más quienes se afanan contra esa lacra. Por ejemplo, Francisco Olavarría que, aunque es joven, hace tiempo que denuncia el problema. Lo compara con el machismo, una discriminación que se suele identificar con más facilidad. Con el fin de combatirlo, él propone algunas alternativas. Una es el respeto; la edad de las personas no lo es todo. También apropiarse del término viejo, tan censurado; no citarlo lo convierte en un tabú. Pero no son las únicas opciones; tiene otras. La entrevista se puede leer en 65ymás.
Hay que abrir la mente contra el edadismo
No se puede negar que la imagen de los mayores ha cambiado. A medida que aumenta la esperanza de vida también lo hace la calidad de la misma. Por fortuna, las condiciones de vida han cambiado. Los mayores de hoy son muy distintos de los del pasado. Sus niveles de instrucción son mejores, así como su estado socioeconómico y de salud. Y cuentan con más oportunidades de las que nunca antes se pudo disfrutar. Eso no quiere decir que no falten cosas por lograr; claro que sí. Como acabar con el edadismo de una vez por todas. Pero estamos en el buen camino.
Como muestra, un puñado de noticias que lo ilustra bien. Y todas son de mujeres. La primera es sobre Josefina Molina, que a los 83 años sigue activa. Le han concedido el Premio Nacional de Cinematografía 2019, para el que cuenta con méritos más que suficientes. ¡Enhorabuena! En la segunda hay 7 mujeres que reivindican tener una voz propia. Y han cambiado sus vidas, como podemos ver aquí. Una prueba más de envejecimiento activo. En otro orden de cosas está el FMI. Uno de los organismos de mayor peso económico en el mundo quiere cambiar las normas que lo rigen. Todo a favor de que una mujer con más de 65 años pueda dirigir la institución. ¿Hay o no cambios en las cuestiones de edad?
