Se ha visto en televisión un programa con mayores activos que conversan sobre la vejez. ¿Cómo no hacerse eco de él? Primero, por la forma de conversar; con escucha, con respeto a la opinión del otro, con sentido del humor. Poco más hace falta para que una tertulia agrade. Segundo, porque no es frecuente ver algo así en los medios. Lo usual es mostrar el perfil más tópico de la vejez; un conjunto de estereotipos donde no cabe nada más que la enfermedad, la dependencia o la tristeza.
Sin embargo, esa no es la imagen real de la vejez. No todos los mayores son iguales. No hay un modo de envejecer, sino muchos. Depende de las circunstancias de cada cual; de su biografía, de su personalidad, de sus expectativas. En fin, de factores tan diversos como complejos. Y no es posible englobar a un colectivo tan heterogéneo bajo el mismo patrón. Creer lo contrario, no hace sino distorsionar la visión de una etapa de la vida que no se cierra al crecimiento de la persona. Eso sí, se ha de buscar la manera de lograrlo. Desde un sillón en el cuarto de estar, no es fácil.
Mayores activos que conversan sobre la vida
El título del programa fue Felices 70. El presentador comenzó con una frase que no puede ser más verdad. Dice así: la vejez es la edad a la que todo el mundo quiere llegar, pero de la que nadie quiere oír hablar. Un buen modo de exponer los abundantes prejuicios que existen en torno a ella. Los invitados son muy conocidos en el mundo del escenario, el deporte y la política. Hablaron de la vejez, de las renuncias y, cómo no, de la pandemia y de sus efectos, tan terribles, en las residencias geriátricas.
El envejecimiento no era igual para todos los invitados. Y es que es de suponer que el propósito no era ese. En cualquier caso, bienvenidos los programas que muestran a mayores que no temen a la vejez. Bien por Salvados en la cadena de televisión La Sexta. La noticia se puede ver en El Periódico.
