La memoria en la vejez es una causa de preocupación muy común. Y aún más hoy, 21 de septiembre, Día Mundial del Alzhéimer. La fecha pone de relieve el alcance de un mal que borra las huellas de la identidad de la persona. Y cuyos efectos van más allá de quien los sufre, dada su gran repercusión a nivel familiar, social y económico. Las organizaciones y entidades que se ocupan de los afectados son muchas y variadas. En España, se agrupan bajo el nombre de CEAFA, una red de más 300 asociaciones, con casi 70.000 socios. Se trata sin duda de una labor digna de reconocimiento de quienes conviven con la enfermedad.
Pero en contra de lo que se suele creer, el alzhéimer no es un efecto ineludible de la vejez. Por otra parte, según la SEN, al menos un 30% de los casos se puede prevenir. En este sentido, es de destacar el 50% de la población que desconoce cómo hacerlo. Una vez más, hay que señalar que ocuparse de un problema es mejor que preocuparse por él.
El funcionamiento de la memoria en la vejez
Conocer el modo en que funciona la memoria merma los miedos que rodean a su pérdida. Porque los años afectan a su rendimiento; sin embargo, eso no supone estar enfermo. Hacer más ágil esa función, no es difícil. Por ejemplo, con una vida activa que estimule la mente. Y es que la falta de relación social es uno de sus más grandes enemigos. Los ejercicios para cuidar la memoria también son muy útiles.
La memoria es una competencia muy compleja y no hay un solo tipo, sino varios. Y la que conviene mejorar es la memoria operativa o de trabajo. Es la que ayuda a recordar los hechos más cercanos, como dónde se han puesto las llaves o las gafas. De ahí la importancia de activar la capacidad de atención, que es su soporte más sólido. Y, según la crónica de hoy, la música también puede servir de ayuda. Así que a cantar por todo lo alto.
