Tiempo de cuidados es el título de un libro de la editorial Arpa. La autora, Victoria Camps (1941), catedrática emérita de la Universidad de Barcelona, es experta en Ética. Y señala cómo la pandemia ha puesto de relieve más que nunca la importancia del cuidado. A lo largo del tiempo fue una tarea propia del ámbito doméstico, relegada a la esfera de lo familiar y lo femenino. El cuidado era un trabajo invisible de la mujer, que atendía en la casa a los miembros más vulnerables de la familia. Ya no es así. El cambio social lo ha convertido a la vez en un deber y en un derecho del ámbito público.
La pandemia es un tiempo de cuidados
El deber del cuidado nos afecta a todos por igual. Por lo tanto ha de ocupar el lugar central que se merece. No somos seres autónomos, sino seres interdependientes y necesitados de apoyo mutuo. Y, en contra de lo que se suele pensar, no solo en los primeros y últimos años de la vida. Las personas a las que la vulnerabilidad les hace requerir ayuda de los demás son muchas. Así mismo, quién no hace uso de ella por una u otra razón. Pero una sociedad donde prima lo individual no es capaz de dar con la solución a un problema que no hace más que crecer.
En este sentido, la ética juega un papel esencial. Su punto de partida es la pregunta qué debo hacer. E invita a la reflexión. Cuidarnos y cuidar a otros es el primer paso para vivir de otro modo. Un modo de vida más humano, basado en la cooperación y no en el desinterés o el abandono. El comienzo de la pandemia dejó claro que el modelo de cuidados de los mayores no era el apropiado. Y urge un cambio de rumbo. El mundo se ha transformado y surgen nuevas necesidades a las que la sociedad ha de atender con prontitud. Ojalá que la ética sea capaz de alumbrar la mejor de las respuestas.