Los medicamentos en la vejez se utilizan más de lo necesario. Y la prensa se hizo eco de ello. Es un problema que afecta a la salud y la calidad de vida de los mayores. Los datos hablan por sí mismos. Un tercio de las personas de 65 años o más toma cada día más de cinco fármacos. La situación, conocida con el nombre de polimedicación, entraña serios riesgos. Los medicamentos no son inofensivos y su uso debería estar bajo control en cualquier caso. Pero no siempre es así. En ocasiones, por prácticas inadecuadas que no por usuales dejan de ser dañinas. Como seguir las recomendaciones de amigos o conocidos. Las pastillas no sirven por igual para todos. Las pautas de uso de los medicamentos son exclusivas para cada individuo. En este sentido, un principio clásico es el de que no hay enfermedades, sino enfermos.
No obstante, el exceso de medicamentos en la vejez no obedece solo a esta circunstancia. También influye la presencia de patologías de distinto signo. La visita a un nuevo especialista añade más remedios a los que el paciente ya toma. Y con ello, además de su número, aumenta el riesgo de efectos no deseados. Los geriatras conocen bien la vejez. Y ven el problema con una perspectiva más amplia. Atienden la salud de los mayores como un todo y no por órganos o aparatos. Subrayan que, siempre que sea posible, se debe reducir la medicación al máximo. Hay alternativas de otro tipo que conviene no desestimar.
Una campaña contra el exceso de medicamentos en la vejez
El exceso de medicamentos en la vejez es una constante en la sociedad de hoy, al igual, por otra parte, que en otras etapas de la vida. Junto a algunas plataformas sanitarias, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos advierte contra el abuso de medicamentos. En el campo de la Educación para la Salud, la campaña «Pastillas las justas» es digna de elogio. La labor se vio recompensada el pasado mes de enero, tal como se muestra aquí. Felicitamos a sus responsables por el premio. ¡Nuestra más cordial enhorabuena!