Que la vejez no es lo que era es una frase que hay que repetir una y otra vez. Y las noticias lo muestran a diario. Sin embargo, el modo de ver esta etapa de la vida no parece cambiar con respecto al pasado. La vejez aún se asocia al deterioro, a la enfermedad, al mal humor o a las pérdidas. Y, sin negar su presencia, no es ni mucho menos lo que más predomina en ella.
No hay una sola vejez, sino muchas; hay mayores para todos los gustos. Algunos son atletas, pese a sus muchos años; otros reivindican con ganas sus derechos; los hay que trabajan y no se jubilan; o cantan y bailan en escena, sin que la edad los frene. En conjunto, un rosario de excepciones al modelo que solo ve grietas en los muchos años. Y es fácil comprobarlo en los contenidos de esta web.
Un gran ejemplo de los cambios en la vejez
Pocos apuntes son tan gratos como el de hoy. Vuelven las noticias sobre el alzhéimer y otras demencias. Y no pueden ser mejores, ya que continua el descenso del porcentaje de afectados. El dato proviene de Estados Unidos, el país en que se ha hecho el estudio. Pero todo indica que se extiende allí donde el acceso a la educación se da en una edad temprana. Lo señaló Rita Levi-Montalcini: el uso del cerebro lo fortalece y con ello se amplía la reserva cognitiva, que es la mejor arma contra el daño.
No obstante, la noticia tiene una cara menos amable. Se trata de que, en números absolutos, el mal no mengua. Y es que, al crecer el volumen de personas de mayor edad, lo hace así mismo el de quienes lo sufren. En cualquier caso, es de desear que desaparezca cuanto antes. Y ahí cuenta, y mucho, cuidar el cerebro, tal y como los expertos nos recomiendan.
